Un himno a la infancia
¿Infancia? ¿Qué infancia?
¿Esa que no duró?
¿Esa en que aprendiste a tenerle miedo
al pozo de madera que estaba en el patio
y a la escalera de daba al altillo?
¿La que estaba presidida por hombres armados
en uniformes que no les quedaban
paseándose por calles y callejones
mientras que por los altoparlantes declaraban una nueva era,
y la casa alrededor tuyo crecía,
los cuartos se alejaban y tenían más y más
gente desparecida?
Las fotos se susurraban entre ellas
desde sus marcos en los pasillos.
Las ollas decían tu nombre
cada vez que pasabas por la cocina.
Y vos pretendías estar muerto con tu hermana
jugando a juegos de rescate y abandono.
Aprendiste a quedarte inmóvil tanto tiempo
que el mundo te parecía una obra que mirabas
desde la seguridad de un palco acolchonado. ¡Mirá! Gritando
vienen los sirvientes, aullando los soldados
dando vuelta los muebles,
destrozando la porcelana de tu madre.
No te quedes dormido.
Cada acto se abre con tu madre
leyendo una carta que la hace llorar.
Cada acto se cierra con tu padre cayendo
en las manos de un Faraón.
¿Qué infancia? ¿La que nunca termina? Oh vos
todavía un niño que crece lentamente.
Todavía hablando con Dios y pensando que la nieve
que cae es el sonido de Dios escuchando
y que el invierno es la casa de altos techos
donde Dios mide con un solo ojo
una ola del océano en minutos y octavas
y cuenta con muchos dedos
todas las formas con que un chico aprende a decir Yo.
¿Qué infancia?
¿Esa de la que nunca podés escapar? Vos,
tan lento para saber
qué sabés y qué no sabés.
Todavía pensando que escuchás una canción grave
en el viento que sopla en los tejados,
una historia en tu respiración,
dolor en la paloma que canta al anochecer
y plenitud en el pájaro que no ves
piar en la mañana. Todavía lento para diferenciar
la memoria de la imaginación, el cielo
del ahora y acá,
el infierno del ahora y acá,
a la muerte de la infancia, y a ambas
del sueño.
Li-Young Lee - Un himno a la infancia
Versión de Tom Maver
No hay comentarios:
Publicar un comentario