lunes, 26 de mayo de 2014
Respecto a los libros ocurre lo mismo. Un ejemplar al que estoy acostumbrado me refiere su historia con toda familiaridad. Mientras mas lo uso mas me tienta contarsela a mi vez, en tanto el hara de auditor. Un libro amigo acepta de buen agrado este gozoso intercambio, del que resultan situaciones imprevistas. Con el tiempo, el libro contiene diez veces mas de lo que esta realmente impreso y releo con el mis propios recuerdo y pensamientos. Ya no esta escrito en el aleman de tal o cual, antes bien en mi lengua mas personal. R. M. Rilke
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