lunes, 10 de septiembre de 2012

¡Ah, nada, nada es mio!
Ni el tono de mi voz, ni mis ausentes manos,
ni mis brazos lejanos.
Todo lo he recibido. Ah, nada, nada es mio.
Soy como los reflejos de un lago tenebroso
o el eco de las voces en el fondo de un pozo
azul cuando ha llovido.
Todo lo he recibido:
como el agua o el cristal
que se transforma en cualquier cosa,
en humo, en espiral,
en edificio, en pez, en piedra, en rosa.
Son distinta de mi, tan diferente,
como algunas personas cuando estan entre gente.
Soy todos los lugares que en mi vida he amado.
Soy la mujer que mas he detestado
y ese perfume que me hirio una noche
con los decretos de un destino incierto.
Soy las sombras que entraban en un coche,
la luminosidad de un puerto,
los secretos abrazos, ocultos en los ojos.
Soy de los celos, el cuchillo,
y los dolores con heridas, rojos.
De las miradas avidas y largas soy el brillo.
Soy la voz que escuche detras de las persianas,
la luz, el aire sobre las lambercianas.
Soy todas las palabras que adore
en los labios y libros que admire.
Soy el lebrel que huyo en la lejania,
la rama solitaria entre las ramas.
Soy la felicidad de un dia,
el rumor de las llamas.
Soy la pobreza de los pies desnudos,
con ninos que se alejan, mudos.
Soy lo que no me han dicho y he sabido.
¡Ah, quise yo que todo fuera mio!
Soy todo lo que ya he perdido.
Mas todo es inasible como el viento y el rio,
como las flores de oro en los veranos
que mueren en las manos.
Soy todo, pero nada es mio,
ni el dolor, ni la dicha, ni el espanto,
ni las palabras de mi canto.

1 comentario:

  1. Buen poema, aunque no sé de quién es. En algunos días que parece que la ansiedad nos quiere tomar: "Son distinta de mi, tan diferente,
    como algunas personas cuando están entre gente."

    Una cosita que parece menor pero que definitivamente no lo es. Tiene algunos errores la transcripción, por ejemplo algunas tildes que no están. Molesta un poco en la lectura.

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